jueves

Cuestión de método

Para muchos puedo parecer una flaca escuálida y sin mayor gracia, pero en verdad sigo feliz de mi condición corporal que me permite estar alejada de los problemas de salud y me ayuda a tener mejores posibilidades de movimiento y agilidad.
Lamento profundamente ver el sufrimiento de algunas personas por su sobrepeso y sobre todo porque en varias cuestiones de la vida diaria no les queda de otra que acostumbrarse a ser obesos y aceptar ciertas deficiencias, como la adquisición de prendas de vestir, el ingreso a ciertos sitios y simplemente el rechazo de otros tantos que se consideran aptos para discriminarlos.
Solo una vez en mi vida tuve exceso de peso y a pesar de que no fueron más que 5 kilos por encima de lo cotidiano, si sentí bastante incomodidad con los comentarios de la gente que no perdona un cambio en la forma corporal femenina; no obstante soy de las que piensa que en la mayoría de las ocasiones el exceso de peso es cuestión de permitirse bastantes placeres culinarios.
Pero soy definitivamente enemiga de laxantes, pastillas, cirugías y ayunos innecesarios, lo que quiero decir es que existen los excesos y no soy partidaria de ninguno, es por eso que desde mi punto de vista la gordura es un descuido personal y por ende falta de amor propio.
Si a usted le molesta que le llamen gord@, trosudit@ u obes@ entonces actúe. No espere a que los demás le hagan el feo o le recuerde a diario su condición evidente. No permita que otros hagan de su autoestima una pista de patinaje y piense más que en su aspecto, en su salud. Nunca se ha visto a alguien con sobrepeso que no tenga problemas de movilidad, de respiración, de circulación, de tensión, diabetes y la lista sigue.
Mi recomendación es que no busque almacenes que le ofrezcan ropa para alimentar más su extensión corporal, use su mente y sobre todo la disciplina para hacer de su condición mental, psicológica y física el mejor de los aliados; quiérase de verdad, no se autopatrocine el desgaste corporal y económico.
Suba escaleras y baje por ellas caminando, controle los antojos, suprima cualquier ingesta de alimento diferente a las 5 porciones durante el día, reduzca la cantidad de alimento en cada ingesta, tome mucho líquido y considere la posibilidad de hacer algo de ejercicio un par de veces a la semana. Pruebe su voluntad y dese cuenta de que su cuerpo y su bolsillo le agradecerán y responderán con un mejor desempeño en todas las labores que realice.

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