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Caos en el tráfico de Bogotá

Desde hace 6 meses he dejado de usar el carro día de por medio, para ir a trabajo. Ocasionalmente o cuando es de necesidad imperiosa lo saco del parqueadero, porque Bogotá es cada día más caótica en su tráfico; y no es solamente por la cantidad de vehículos que circulan por las vías, es más por lo malos conductores que somos.

Subirse al carro es casi como prepararse para la guerra. No existe un viaje en el que uno no tenga que encontrarse con personas que desconocen por completo el uso de luces direccionales y de pronto se atraviesan como si la vía estuviera vacía; o aquellos que en los intercambiadores no se fijan en qué dirección está la guía de acceso y hacer la maniobra arriesgada con tal de meterse al carril deseado sin respetar al que viene soportando la fila, la demora o la velocidad; también aquellos que nuevamente están pasándose los semáforos en amarillo y generan trabas en los cruces de las avenidas (¿no que ese detallito tenía multa?)  

¿Qué nos pasa? ¿Por qué no respetamos? ¿Nunca nos enseñaron que los peatones tienen prioridad, luego los ciclistas, los motociclistas, los vehículos de servicio público, los particulares y luego todo el tráfico pesado? Por su parte cada uno debe respetar que los demás también tienen derecho al uso de la vía y que su tiempo también es valioso, no por tener prioridad significa que podamos atravesarnos cuando nos apetezca. Si existen los semáforos es porque son indicadores que organizan la vía y a sus actores, qué parte de esto no es clara? ¿qué es lo que no entienden?¿por qué esperar a que sean las multas las que nos corrijan cuando es tan sencillo hacer los que históricamente organiza el trafico en todas las ciudades del mundo?

Debo confesar que desde que conduzco en Bogotá, he perdido la paz a la hora de manejar, y aún cuando siento que tener el caro es una bendición que me da seguridad en mis desplazamientos y ayuda cuando debo cargar varias cosas, pues también siento que en Bogotá es casi un desperdicio mantener un vehículo por el que debo pagar impuestos, póliza, seguro y tecnomecánica por todo un año y no puedo utilizarlo efectivamente más que la mitad de ese año; el gasto en parqueaderos y el riesgo de choques es muy alto, las vías tienen enormes cráteres que además dañan las llantas y otras piezas importantes para el funcionamiento seguro del vehículo. También al tener carro se corre con el riesgo de que los ladrones le roben espejos, emblemas, cocuyos y todo aquello que no esté asegurado y recontra asegurado. 

En fin, todo esto se clasifica para mí entres grandes problemas: 
1. Desorganización y desobediencia en las vías. 
2. Altos costos de mantenimiento por limitada oportunidad de uso. 
3.Inseguridad y bajo mantenimiento de las vías. 
Y ¿la solución? Educación y autocontrol de cada actor vial para hacer del tráfico un aspecto vivible de cada día; y desde luego un sistema de transporte que cubra rutas de norte a sur y de oriente a occidente sin cortes, sin semáforos , que cumpla tiempos, que conecte a la ciudad, no que la clasifique, ni la estatifique. 

Un gobernante tiene poder para organizar, no para hacer lo que le apetezca con el dinero de los contribuyentes, no se le olvide que usted los elije, es con su dinero con el que a ellos les pagan y por lo tanto es usted quien debe exigirle que se suplan sus necesidades, en este caso de transporte y es su derecho exigir que se hagan de manera transparente las licitaciones, la compra de predios, el pago de las deudas de la ciudad y la organización de ésta.  Así que está en su derecho de exigir buenas vías, transporte ágil, útil y puntual. 

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